lunes, 9 de mayo de 2011

la siesta del dia laboral

en el abismo de su mente, callado.
Supo de una flor que cada neurona
como haz de luz, qe llega a la tierra, sucumbe
ante la realidad.
Cumplen su final, llegar, alla ellos,
si seran forzados a labrar los numeros o
si seran abono para poemas en otros cuerpos


SINTIENDO EL VACIO DECIDIO DEJAR DE PENSAR

Cada nuevo proyecto era el recordar a sus semejantes,
caia en la agonia mas insensata, de todas las agonias,
no era alguien mas, no era nadie
ni en la descripcion de su vista lograba hallar algun rastro
de su identidad



Una noche se emborracho y



mientras dormia sentia que las



lagrimas de una musa, eran acido



que lavaban su cabeza e ideas






Inocente, como perro nuevo, inocente casi ingenuo



dejaba brotar mil sensaciones en la piel, por dentro



solo deseaba ser uno,



por fuera una barrera de sudor y piñen



marcaban el portal que nunca existio.






Con sus manos queria dar lo que



no conseguia desde el ultimo salto



que marco a fuego su identidad.






Decia que todavia faltaba mucho por apreciar pero con tantas palabras en la boca, termino quedando ciego y sus oidos no eran lo suficiente para poderla escuchar susurrar

1 comentario:

Tamara dijo...

ta pulento el escrito :)