lunes, 6 de abril de 2009

arbmos

hace unos días comencé un juego con mi sombra
algo sencillo ella me copia todo lo que hago,
no logro comprender del como puede hacerlo tan bien
llevamos un par de minutos jugando y cuando le pido a
ella que empiece se queda quieta, como esperando que yo
empiece aquello.


aiuqrana al ed aiuqrana al

el poema se hizo canción y los lapices
fueron cambiados por tonos, los párrafos
por cuerdas y las rimas por unas baquetas,
el amor se creó en conciencia y la desilusión en
oposición a este sistema consumidor.
Las letras tomaron ritmo y salieron a bailar
entre las mentes ingenuas de los estudiantes,
jornaleros, trabajadores, obreros y de quienes
las quisieran adoptar.
Por primera vez el mundo anduvo al revés, pero...
aumento el tiempo de trabajo y el descanso se volvio efímero
la gente no entraba en la cromi y el metro se hacia hediondo,
como si los caballeros del zorrillo se hubiesen paseado regalando
muestras gratis.
Entonces la gente, personas, individuos, hasta los perros del cerro barón
tomaron un descanso y dejaron todo en mano de los demás.

caos VI

mezclo bien las partes, no dejo nada al azar, frió, meticulosamente todo para parte para que nada quedara a la suerte, había creado un sueño, ella vivía dentro de su mente cobraba vida propia no lo dejaba a luz ni sombra, siempre con él, apoyandolo, encaminandolo, ayundandolo, bueno eso creía él, pasaba el tiempo y ella más vida tomaba se formaba casi al punto de tomar decisiones por él, hasta que llego el punto en que él no pudo soportar más y se encariño demasiado con ella, sus pasos comenzaron a entorpecerse, aquello que se mostraba verdadero y duradero no era más que cristales rotos, los cuales reflejaban vértice de luz rasgando la turbiedad en la que se sometía al no querer reconocer todo lo que le acometía su propia paz, busco refugio y no encontró más que un nido de indeseables momentos tapados con parches, sucios, rasgados, hecho jirones, viles creaciones que lo llevaron a caer en su propio juego, ahora él quería crearse en la mente de otra, otro, inclusive en la mente de ella, deseaba a mares estar encerrado en libertad, deseaba estar allí.

Ella no era más que otra mujer, se le cayeron/oculto sus alas, cautivada por lo desconocido y miedos verdaderos, gente poco común, dentro de gente muy común, ella sabia de todas las peripecias de él pero de una u otra forma nunca se sintió aludida.


fin.